En la Patagonia Argentina, donde la nieve cubría los caminos y el viento susurraba historias olvidadas, se encontraba un lugar inusual: «el Refugio del Té». Un emplazamiento único, donde las montañas ayudadas por las inclemencias del tiempo formaban inusuales figuras. Los pocos aventureros que conocían el paraje, se reunían entorno de la salamandra para descansar, compartir historias y, por supuesto, disfrutar de una taza de té.

La experta «sommelier», conocida por sus «blends exclusivos», nos presentó esa vez, una nueva combinación: un té negro robusto, cosechado en la altura de una montaña, mezclado con casis, hibiscus y rosa mosqueta, lo llamaba: Patagonia Sunset Blend.

Esta infusión de Altas Cumbres, con un carácter audaz y profundo, llevaba en sí la esencia del alma y la tierra. El casis, le aportaba dulzura. El hibiscus, con un color rojo intenso, le aportaba la vitalidad para las alturas. Y qué decir de la rosa mosqueta, sus notas cítricas y florales, se enlazaban con la naturaleza salvaje presente en el camino.

«En el arte del maridaje, siempre se busca descubrir nuevas dimensiones en el placer culinario», nos aclaraba. Por eso, acompañamos este blend, con queso de cabra, frutos secos tostados y chocolate 80% de cacao. El queso ayudaba a suavizar la astringencia del té; nueces, castañas o almendras aportaban dosis de energía. Y el chocolate, completaba la experiencia emocional.

En esta tierra de manto blanco, este blend, nos da fuerza y nos alienta a encontrarnos con la armonía y la combinación de sabores.

“Toda aventura llega a su fin pero recuerda, el té también es un viaje y en
cada sorbo puedes descubrir un mundo nuevo».

GS.Vågn Nu