Nuestra Locación
Buenos Aires. Argentina
¿Por qué será que la mayoría de las veces, las promesas que nos hacemos quedan en eso?… Solo promesas, generando más desilusión y frustración..
Dicen que el conocimiento es poder y la neurociencia nos puede ayudar a develar algunos secretos acerca del cambio de hábitos y del funcionamiento de nuestro cerebro.
Suele ser una gran barrera para el cambio. Aunque nos quejemos o no estemos a gusto, incluso allí podemos funcionar con cierta eficacia y adaptarnos.
Nuestro cerebro está diseñado para ahorrar energía y busca la eficiencia para que sobrevivamos. Cuando intentamos introducir un cambio en nuestra vida o un nuevo hábito, nuestro cerebro se resiste. Este “nuevo aprendizaje o acción” implica un gasto extra de energía… por eso, mejor lo dejamos para el lunes o para el próximo.
La “amígdala” es una pequeña estructura subcortical del cerebro relacionada con las emociones. Cuando buscamos cambiar, puede activarse una “alarma” y experimentamos ansiedad o miedo ya que el cerebro asocia lo desconocido como algo posiblemente peligroso.
Para sortear el obstáculo de las resistencias es fundamental, trabajar conscientemente sobre los miedos o aspectos que generan ansiedad y “redefinir” las nuevas ideas del cambio que deseamos, para que nuestro cerebro lo perciba como una oportunidad y no como una amenaza.
En general los hábitos suelen tener una carga emocional significativa asociada a experiencias pasadas. Tomar conciencia de este trasfondo, nos puede ayudar a identificar y comprender la carga emocional que conlleva un hábito, siendo la puerta de partida para lograr aquello que deseamos.
Es fundamental tener claridad en las metas y un plan para llevarlas a cabo, ya que de lo contrario sería como salir a navegar sin coordenadas que te lleven a destino. La formación de hábitos implica la creación de nuevas conexiones neuronales y esto requiere estrategias, con objetivos realizables que faciliten el proceso.
Si bien el entorno no es determinante en su totalidad, si puede funcionar como un facilitador o un obstáculo, a la hora lograr el éxito en el cambio que buscamos. Ajustar conscientemente nuestro entono, puede ser una estrategia importante en el proceso de cambio.
Entender cómo funciona nuestro cerebro, puede ayudarnos a resolver los desafíos en forma más efectiva.
La clave está en ser honestos con nosotros mismos, tomar consciencia de nuestras motivaciones y resistencias internas, utilizando las mejores estrategias de la mano de la neurociencia para para facilitarnos el camino.
¿Qué acciones estás dispuesto a realizar hoy para cambiar tus hábitos?
“Sólo hay una manera de evitar las críticas: no hacer nada, no decir nada y no ser nada.”
Aristóteles