Nuestra Locación
Buenos Aires. Argentina
La intensidad de la vida actual, nos sumerge en demandas laborales y sociales cada vez más exigentes. No obstante, hoy estamos viviendo un cambio de paradigma.
Años atrás, se asociaba el lujo a la posesión de bienes materiales y «status social».
Sin embargo, las últimas investigaciones señalan que las generaciones más jóvenes, valoran las experiencias significativas sobre bienes materiales. Según un informe de Farfetch, el 84% de los jóvenes en América Latina percibe el lujo como algo intangible, relacionado con experiencias y conexiones emocionales. Es decir, una vez cubiertas las necesidades básicas, el dinero deja de ser la meta fundamental en la búsqueda del bienestar.
Este enfoque llamado “adaptación hedonista”, destaca que la acumulación de bienes materiales aporta solo una satisfacción temporal, pero no promueve la felicidad verdadera.
Es decir, el verdadero lujo se crea o se genera diariamente, a partir de la capacidad de vivir conscientemente, con un propósito personal y comunitario, con la posibilidad de disponer de tiempo suficiente para disfrutar. Estos aspectos se convirtieron en los indicadores fundamentales de bienestar emocional y de calidad de vida.
Desde esta visión se percibe al tiempo, como un recurso escaso e irrecuperable y por eso, se enfatiza la importancia de elegir experiencias de calidad que aporten un significado real a la vida.
El secreto del éxito consistiría entonces, en aprender a valorar el tiempo y saber invertirlo, en aquello que te aporte salud física, mental, emocional y espiritual.
Te invito a que te preguntes:
«No es que tengamos poco tiempo, sino que desperdiciamos mucho”.
Séneca